martes, 7 de junio de 2016

IMPERIO QUITU-CARA




En 1988 fue declarado "Parque Arqueológico de Investigación Científica Cochasquí"; El Gobierno de la Provincia de Pichincha, desde 1981, tiene bajo su custodia este Patrimonio Cultural del Ecuador. Se encuentra a 52 km de la ciudad de Quito cerca de las lagunas de Mojanda.
Constituye una representación arqueológica de la extinguida cultura de los Quitu-Cara, pueblo guerrero que desaparecieron con la llegada de los Incas al Ecuador. Este sitio posee 15 ramplas como se les dicen aquí, son pirámides en formas de (T) Legadas, hace mas de 1500 años de historia del Ecuador antiguo.
Se aprecia en la plataforma de barro cocido ubicada en la parte superior de la pirámide 13, la evidencia de la huella humana de una pisada (pie derecho) realizada cuando el barro estaba aún fresco y con cualidades plásticas adecuadas para estampar dicha impronta. En un lugar privilegiado  con una vista hermosa rodeado de una bella vegetación y una fauna impresionante la cual nos permitirá de vez en cuando mirar algún oso, conejos,  pumas o simplemente la famosa llama la cual está acostumbrada al increíble frio que hace en este mágico lugar. Al mirar a nuestro alrededor fácilmente podremos transportarnos hacia 1500 años atrás donde la Princesa Quilago reinaba en este lugar.  
Fueron bloques de cangagua y chocoto los materiales utilizados para la construcción de estas quince pirámides truncas, de las cuales nueve están provistas de rampa las que constituyen este gran parque arqueológico.las tumbas indígenas de planta redonda complementaron la estructura arquitectónica o urbana de la zona de lo que fue el centro de irradiación cultural y religioso o centro astronómico.
Todos estos años de historia encierran en Cochasquí, los valores prehistóricos registrados a través del tiempo nos han dejado evidencias tangibles e intangibles imposibles de ignorar, a pesar de haber pasado la conquista incásica y la conquista española, la época republicana y hasta la presente fecha Cochasquí se mantiene perenne en el tiempo como baluarte nacional. Este místico lugar invita a los visitantes a conocer el valor y coraje de nuestros antepasados que fueron los pilares de lo que hoy es la nacionalidad ecuatoriana, pues no en vano por diecisiete años esta zona fue cuna de la resistencia contra la expansión del imperio inca.